Bahía de Sechura: un caladero de sueños para el futuro de Perú

04-10-2021 Lectura 3 Minutos
Diana Lizeth Hernandez Garay
Ayuda en Acción Perú

¿Sabías que en Perú el futuro de muchas familias se esconde bajo el mar? La pesca y la acuicultura son una fuente histórica de riqueza en el país. Por eso trabajamos en la Bahía de Sechura, una de sus principales zonas pesqueras, generando oportunidades entre personas como Walter, Mercy y Melissa. Hoy viajamos a la costa noroeste peruana para hablar con ellas y conocer sus sueños para el futuro.

El futuro de Perú pasa por una pesca sostenible

La pesca y la acuicultura, como se denomina al cultivo de organismos acuáticos, son determinantes para generar empleo y mejorar la seguridad alimentaria en Perú. Sin embargo, son muchos los obstáculos que lastran el desarrollo del sector. A los ya “tradicionales”, como el cambio climático, la falta de recursos o la escasa formación, se suma ahora el impacto de la COVID-19.

Con el apoyo de la Cooperación Gallega, trabajamos en la Bahía de Sechura para hacer frente a estas barreras y conseguir que sus comunidades puedan practicar una pesca sostenible y más competitiva.

El futuro de Perú pasa por la pesca sostenible. Ayuda en Acción apoya a jóvenes a hacer posible sus sueños de futuro. Clic para tuitear

Mercy y Melissa, dos hermanas que han sabido reinventarse

Mercy con su dibujo de futuro en PeruCuando pedimos a Mercy que dibuje su futuro soñado, no lo duda un instante. Sobre la hoja, plasma un colorido establecimiento que abre sus puertas bajo un gran cartel de “Bienvenidos”. Oasis. Así se llamará al restaurante ecoturístico que quiere abrir junto a su hermana Melissa. Las dos jóvenes piuranas, de 24 y 32 años respectivamente, llevan un año preparando este emprendimiento con el respaldo de Ayuda en Acción, que les está facilitando formaciones sobre planes de negocio.

Actualmente se dedican a la cría de tilapia, uno de los pescados más consumidos en Perú. También cocinan platos típicos con este alimento que luego venden de manera informal. Reconoce que la COVID-19 ha hecho tambalear sus ingresos pero, gracias a la puesta en marcha de los pedidos a domicilio, han podido seguir adelante.

Tienen claro que, además del apoyo de Ayuda en Acción, el esfuerzo individual es fundamental para que su negocio se haga realidad: “me haría mucha ilusión que uno de mis hijos estudiara para chef y se quedara al frente del restaurante”, nos cuenta Melissa sonriente.

Walter: “los jóvenes son claves para el futuro de nuestra pesca”

Para Walter, el mar significa mucho más que una fuente de ingresos. Es un estilo de vida, una forma de estar en el mundo. A sus 52 años, lleva gran parte de su carrera profesional dedicándose a la pesca y la acuicultura. Augura un futuro prometedor para el sector con una condición: que la juventud adopte un papel protagonista:

“Se necesita mucho esfuerzo. Los jóvenes son clave para el futuro de nuestra pesca. Es importante que sigan en este trabajo. Ellos mismos pueden aprender muchas cosas que nosotros podemos necesitar más adelante, por ejemplo, exportar nuestro producto”.

Walter se dedica al cultivo de una de las especies más cotizadas e internacionales de la gastronomía peruana: la concha de abanico. Con el apoyo de Ayuda en Acción, pescadores como él están aprendiendo nuevas técnicas de producción y comercialización de este molusco parecido a la vieira. Cuando imagina su futuro, Walter muestra la misma determinación que Merci y Melissa:

“Nuestro deseo es contar con una planta de procesado propio para las conchas de abanico y una planta de congelado. Ahora generamos 40.000 puestos de trabajo y con estas plantas queremos doblar esta cantidad y poder exportar nuestro propio producto”.

En Ayuda en Acción trabajamos en Perú para que los planes de futuro de miles de personas como Walter, Mercy o Melissa se hagan realidad. ¿Contamos con tu apoyo para lograrlo?