Sandra y su sueño de ser maestra

26-11-2021 Lectura 2 Minutos
Noemí García Cabezas
Comunicación y contenidos

Sandra tiene siete años y vive con sus padres y sus hermanos en un caserío a 3000 metros de altitud, en una comunidad del Distrito de Curgos, considerado uno de los más pobres de Perú.

La pequeña se levanta todos los días a las cinco de la mañana para ayudar a su madre con las tareas del hogar antes de emprender el camino a la escuela donde estudia. Cada día tarda una hora en llegar al colegio. Sin embargo, nada la detiene. Su profesora Santos es un gran ejemplo que la motiva para no faltar al colegio y querer aspirar a formarse.

A pesar de ser tan pequeña, Sandra tiene bien claro lo que le gustaría ser de mayor: maestra. Como ella misma dice, quiere ser docente “para enseñar a los que no saben”. De de momento se entrena con los más pequeños de la casa, ¡y no lo hace nada mal! Ella está dispuesta a esforzarse hasta donde haga falta por conseguir su sueño. De hecho, lo hace cada día. Solo necesita apoyo para poder alcanzar su meta.

¿Cuáles son los problemas que encuentra Sandra en su comunidad?

Uno de los problemas que afectan al desarrollo de la población es la falta de acceso a una alimentación adecuada. La inseguridad alimentaria predomina en una comunidad con una gran altitud y con el cambio climático cada vez más presente. Cultivar algo con éxito y que además perdure a lo largo de los años es casi imposible.

Paulina, su madre, sabe que vocación de su hija de querer formarse puede ser una valiosa herramienta para tener un futuro mejor.

La solución, en la escuela

Con el objetivo de proteger a la infancia, Ayuda en Acción pone en marcha proyectos escolares que permiten cultivar verduras y hortalizas para diversificar su alimentación. Se construyen estructuras que se adaptan a las condiciones especiales del altiplano y se enseña a la población las técnicas necesarias para sacar el rendimiento necesario de los cultivos.

Educación, el futuro de Sandra y de toda su comunidad

Pero sobre todo, es fundamental que los niños y niñas procedentes de los hogares más pobres tengan acceso a una educación de calidad. La educación es un derecho y no un privilegio. La formación es la base de la sociedad, permite el desarrollo y debe estar presente en cada rincón.

Ayuda en Acción ha puesto en marcha un modelo de educación que combina derechos y necesidades, una escuela conectada, inclusiva, segura y de calidad. Se trata de lo que llamamos Escuelas Digitales Resilientes, un modelo que iniciamos en España para replicarse en países de todo el mundo.

La educación es la herramienta para el cambio: facilita la adaptación al cambio climático y sirve como herramienta para prevenir la violencia. Es la llave para el desarrollo personal y la mejor inversión para el futuro de las sociedades.