San Pedro del Paraná, la importancia de una gota de agua

24-04-2019 Lectura 2 Minutos
Javier Herráiz
Impacto

El 31 de enero de 2019 se recordará siempre en la comunidad de Puente Cue, en el municipio paraguayo de San Pedro del Paraná como el día del agua, el día en que las gotas de este oro transparente llegaron para quedarse. Don Julio, con su cara cansada y su piel tostada por años de sol, recuerda todo este el trasiego durante más de 50 años sin agua en comunidades como la suya. Él ha sido testigo de estos años marcados por la intemperie y los extremos climáticos en San Pedro del Paraná, donde la vida ha sido muy difícil para todos sus habitantes.

Así lo recordará también Doña Anglea, otra vecina del lugar, quien con orgullo nos abre un pequeño grifo instalado al costado de su pequeño huerto: “ni por todo el oro del mundo cambiaría yo este momento”. Según nos comenta, han sido muchos años recorriendo todos los días quinientos metros hacia el cauce, con frío, calor, viento, o lluvia, para abastecerse de agua. Toda una vida esperando esas preciadas gotas que, saliendo del grifo, nos aseguran la presencia tan anhelado líquido.

San pedro del Paraná y el agua que cambia toda una comunidad

Baile, canciones, palabras risas y asado. La comunidad de Puente Cue, (“puente viejo” en idioma guaraní) ha dejado hoy atrás todas sus pesadumbres para celebrar el momento. Por delante mucho trabajo: administrar y gestionar el suministro, organizar el mantenimiento, coordinar a la comunidad en torno al agua… También sueños a largo plazo: fogones para cocinar, sistema de letrinas, mejora de caminos, etc. Pero lo más importante se ha logrado: el incesante goteo de agua en sus casas y, sobre todo, la potente sensación de sentirse capaz de conseguir nuevos retos.

Juana, líder de la comunidad y miembro de la directiva de la junta de agua, comenta con ojos vidriosos la pérdida de inocencia de la comunidad, y la capacidad que se percibe de transformar sus vidas, capacidad generada a través de esas gotas que traen prosperidad a nuestras tierras.

Mientras mi avión de regreso despega y toma rumbo a España, pienso en Doña Anglea, Juana, Julio, los niños, los grifos y las gotas de agua. Unas gotas que traen vida y esperanza, mientras el mundo vuelve a hacerse cotidiano, lejos de la grata experiencia que nos trajo ese grifo en el campo.

En las comunidades de San Pedro del Paraná (Paraguay), a través del proyecto “derecho a la alimentación con inclusión de niños, niñas y adolescentes”, se ha mejorado la disponibilidad de alimentos, el abastecimiento de agua, el empoderamiento de las mujeres y el desarrollo de expectativas: expectativas, sueños y esperanzas, tres motores para el desarrollo. 

¿Imaginas crecer sin oportunidades de futuro? Nosotros no.