Níger, seguridad alimentaria e innovación para el desarrollo

14-05-2021 Lectura 4 Minutos
Julián Donoso
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Sin lugar a dudas Níger sufre de inseguridad alimentaria crónica. Desde el año 2000 se han producido en el país cuatro graves crisis alimentarias y nutricionales que han dejado a su población en una situación de vulnerabilidad. Hoy queremos contarte el contexto de uno de los últimos países donde hemos comenzado a trabajar. Allí, nuestro foco de trabajo es garantizar la seguridad alimentaria de la población con la que trabajamos. Pero no nos quedamos ahí, hay mucho más. ¡Te lo contamos!

En la última gran crisis de 2017, se estima que más de 1,5 millones de personas se vieron afectadas por la inseguridad alimentaria en Níger. Además, cada año millones más sufren carestía transitoria durante la temporada de escasez. Según el Programa Mundial de Alimentos, casi el 20 % de la población no puede satisfacer sus necesidades alimentarias debido a factores como la producción inadecuada, las limitaciones de seguridad y el crecimiento demográfico. Esta cifra aumenta a casi el 30 % durante los períodos de sequía.

La población más vulnerable siempre es quien más padece, y por supuesto este patrón se repite a la hora de acceder a una alimentación segura. La ONU informa que la inseguridad alimentaria aguda en Níger ha aumentado un 39% en los últimos cinco años. El 42,2 % de la infancia menor de cinco años padece desnutrición crónica y el 10,3 % padece desnutrición aguda. Las dietas carecen de las vitaminas y minerales necesarios. Como resultado, más del 73 % de los niños y niñas menores de cinco años y casi el 46 % de las mujeres en edad reproductiva padecen anemia. Y es que la mujer también se ve severamente afectada por la inseguridad alimentaria, especialmente en zonas rurales.

Principales problemas: cambio climático y conflictos

Níger sufre las consecuencias del cambio climático: temporadas de lluvias cada vez más cortas e irregulares, aumento de las temperaturas, desertificación y crisis climáticas cada vez más frecuentes. Las epidemias, a las que ahora se suma el coronavirus, y los conflictos en países vecinos agravan la situación.

En Níger el 42,2 % de la infancia menor de cinco años padece desnutrición crónica y el 10,3 % padece desnutrición aguda Clic para tuitear

El conflicto en los países del Sahel ha desplazado a miles de personas agudizando todavía más su situación de vulnerabilidad, muchas de las cuales padecen desnutrición crónica. Los enfrentamientos se han extendido, profundizando la inseguridad alimentaria local y poniendo en peligro a las comunidades de acogida, desplazados y refugiados.

Nex4Food, una respuesta integral a los problemas del Sahel

Hombre con saco harina en NígerAnte esta situación, desde Ayuda en Acción ponemos en marcha Nex4Food. El proyecto tiene como objetivo desarrollar la resiliencia nutricional en Níger, haciendo particular hincapié en la prevención y reducción de la desnutrición aguda moderada.

El proyecto se desarrolla en la región de Tahoua, un área de alta vulnerabilidad e inseguridad por movimientos de población refugiada y desplazada, donde los indicadores MAM (desnutrición aguda moderada) establecidos por la OMS superan el umbral de emergencia. Además, en la zona la población enfrenta crisis multidimensionales recurrentes como las inundaciones, que siempre van acompañadas de epidemias.

Alimentos fortificados para aliviar la inseguridad alimentaria

La fortificación de harina constituye una estrategia eficaz para conseguir el aporte alimentario necesario de vitaminas y minerales. La fortificación de alimentos brinda además la posibilidad de mejorar el estado de nutrición de un alto porcentaje de la población y no requiere la modificación de los hábitos de alimentación.

En este sentido, apoyamos la producción de mijo, cultivo prioritario en la región, para la producción de harinas fortificadas y su distribución a la población local, desplazada y refugiada. Con este apoyo estamos también generando oportunidades económicas para familias que se dedican a la agricultura, pero también para cooperativas agrícolas locales.

Este tipo de proyectos nos sitúa en línea con la iniciativa nacional de las 3N, «Les Nigériens Nourrissent les Nigériens». Se pretende así que los productos de alimentación sean producidos en el propio Níger a la vez que se crean empleos sostenibles. Además, estaremos contribuyendo a evitar retrasos, subidas de precios y las roturas de stock actuales que suelen darse durante el proceso de importación.Níger sacos de alimentos

Producir en el propio país posibilita además alargar la vida útil de los productos fortificados. Las propiedades de este tipo de alimentos se mantienen por un período aproximado de seis meses. Es el tiempo equivalente al que ocupa todo el proceso de exportación, aduana y transporte interno, por lo que muchos de esos alimentos pierden sus propiedades cuando, finalmente, llegan a las familias. Produciendo en el propio país se puede reducir a un período máximo de tres meses desde que la harina se produce hasta que llega al mercado.

Cooperativa MISOLA, nuestro socio prioritario

Con nuestro trabajo y nuestros proyectos en Níger apoyamos también la implementación de procesos innovadores de fortificación y enriquecimiento de harina en la zona. En este sentido, apoyamos a un socio estratégico del sector agroalimentario privado: la cooperativa MISOLA, gestionada por mujeres y presente con 22 unidades de producción en el país. Recientemente hemos contribuido a la construcción y equipamiento de la unidad MISOLA en Telemces.

El Proyecto Nex4Food cumple además otra serie de objetivos:

  • Desarrollar canales de comercialización y hacer que los alimentos fortificados sean accesibles, fácilmente reconocibles y asequibles en mercados locales, tiendas y farmacias.

  • Poner esos productos a disposición de actores humanitarios a través de una estrategia comercial de distribución y venta de productos alimenticios fortificados en locales y mercados.

  • Sensibilizar a la población sobre la importancia y los beneficios de su uso para prevenir y tratar la MAM.