El futuro de la India rural: un crecimiento desigual

24-04-2019 Lectura 2 Minutos
Carolina Silva
Comunicación y contenidos

En India, el poderío económico avanza de manera vertiginosa. En 2018, fue el país que registró el mayor crecimiento económico del mundo. Además, en la última década, el país asiático ha conseguido reducir la pobreza extrema del 46% al 13,4%.

Sin embargo, los datos macroeconómicos de esta potencia mundial no se sienten en la India rural, donde vive el 65% de la población, y donde más del 25% de sus habitantes sigue viviendo en la extrema pobreza.

Las elecciones generales del país, que arrancaron el pasado 11 de abril y que durarán un mes, dejarán en manos del futuro gobierno tres retos principales:

  1. Generar empleo en una sociedad marcada por la enorme desigualdad y la superpoblación.
  2. Impulsar el sector agrícola.
  3. Solucionar las necesidades de los sectores más vulnerables de la sociedad: infancia, juventud y mujeres.

Agricultura sostenible e igualdad, nuestro impulso a la India rural

En las zonas rurales en las que trabajamos estamos promoviendo medios de vida sostenibles y luchando contra la concentración de la riqueza, con especial foco en los derechos de las mujeres. Lanzamos campañas y acciones para favorecer su acceso a la titularidad de las tierras o al empleo rural, y las apoyamos cuando se han visto afectadas por el suicidio de sus maridos para que accedan a subvenciones o medios de subsistencia. El suicidio de los agricultores es uno de los desafíos más preocupantes en el sector, y cada año está detrás de más de 10.000 muertes relacionadas con motivos como el endeudamiento o la pérdida de las cosechas debido al impacto del cambio climático o a una mala gestión.

Otro de nuestros esfuerzos destacados consiste en reducir negativos de la llamada “revolución verde” puesta en marcha por el gobierno indio y basada en el uso de productos químicos y semillas patentadas. A pesar de conseguir triunfos en la lucha contra el hambre, estas medidas también han supuesto la pérdida de diversidad en los cultivos o la introducción de productos tóxicos en la alimentación. Por ello, la promoción de la agricultura orgánica y sostenible o el acceso al agua están siendo una prioridad en nuestras áreas de desarrollo rurales. En la mayor parte de los casos, estas luchas y cambios tienen nombre de mujer.

La pobreza tiene rostro de mujer. ¡Cámbialo!