Energías renovables y educación: el futuro de la infancia miskita

03-03-2021 Lectura 3 Minutos
Lizzet Gabriela Ordóñez
Ayuda en Acción Honduras

Te sorprendería saber que en una era en que la tecnología está en su máximo apogeo, millones de personas luchan cada día por tener acceso a energía eléctrica. En la Muskitia hondureña sus comunidades comienzan a adaptarse a una nueva vida gracias a las energías renovables. La educación no solo no escapa a este gran cambio, sino que es una de sus protagonistas.

Para la población miskita tener energía es también poder aspirar a que miles de niños y niñas tengan acceso a la educación. Para que la niñez pueda competir en un mundo cada vez más tecnológico, la energía juega un papel importante. No tener acceso a ella supone una profundización en la brecha que impide su desarrollo.

¡Hoy queremos que conozcas una escuela tecnológica en Mistruk que utiliza energías renovables, como la solar! A través de paneles solares aseguramos la posibilidad de conectarse al mundo y con la educación de calidad.

El acceso a energías renovables está mejorando la calidad de la educación gracias a un proyecto de Ayuda en Acción. Clic para tuitear

Barreras que aún persisten

En la muskitia hondureña aún persiste un atraso de décadas en el sistema educativo. Las escuelas cuentan con infraestructuras deficientes, el mobiliario no es el adecuado… La falta de agua y electricidad siguen siendo una barrera a veces infranqueable para que miles de niños y niñas accedan a una educación de calidad, competitiva y equitativa.

Los obstáculos comenzaron a ser aún más visibles con la llegada de la pandemia. La infancia miskita no pudo acoplarse a una modalidad de educación virtual porque en sus familias no cuentan con celulares inteligentes. Lo mismo ocurre con el profesorado: durante meses han impartido clases a domicilio con lápiz y papel para que sus alumnos y alumnas no perdieran todo el curso.

El futuro de la niñez brilla más en Mistruk gracias a las energías renovables

Junto a nuestros socios locales CASM impulsamos la iniciativa de escuelas tecnológicas con energías renovables en la comunidad de Mistruk, en el departamento de Gracias a Dios y en la comunidad de Mirasol.

La iniciativa permite contar con agua potable en los centros educativos, algo fundamental para prevenir el contagio del coronavirus. Pero el acceso a energías renovables va mucho más allá de las escuelas: se están generando modelos empresariales comunitarios donde hombres y mujeres impulsan sus emprendimientos, que funcionan aunque el sol caiga.

Hace muchos años en Mistruk no había luz, ni en la escuela ni en la comunidad. Ahora hay luz y un aula con computadoras, también tenemos un comedor donde podemos hacer nuestra merienda, comer helado de frutas porque tenemos un refri (Amanda, 13 años, Centro Básico Estados Unidos).

Tener acceso a energías renovables y limpias permite a la comunidad desarrollarse en múltiples vías: educación, salud, generación de ingresos a familias (en la mayoría de los casos sostenidas por mujeres).

Vemos mucho cambio, el agua que está en la escuela usa agua purificada a través de un filtro movido por energía solar, se han evitado enfermedades de diarrea que generalmente afectaban a los niños y niñas (Pedro Wilban, presidente del consejo comunal, comunidad de Mistruk).

Aprender haciendo gracias a las energías renovables

Al lado de la escuela Estados Unidos se encuentra el comedor escolar. Antes de colocar el sistema de luz solar era solo un espacio vacío e inerte. Ahora tiene cocina y refrigeradora. En ella niños y niñas aprenden a cocinar su propia merienda. En muchas ocasiones desde la escuela venden productos a la comunidad para obtener recursos que luego invertirán en libros, cuadernos y otros materiales para la escuela. ¡Son pequeños emprendedores!

Muchas veces no hay desayuno en casa, pero entonces llegamos a la escuela muy tempranito y nos ponemos a cocinar frijoles, tortilla y huevo para iniciar con más energía el día (José Serapio, 5º grado).

Ayuda en Acción y la educación equitativa

Ayuda en Acción desarrolla en América Latina proyectos destinados a que los niños y niñas indígenas accedan a una educación de calidad que les permita ser dueños de su propio futuro. Con proyectos como este se fomenta además la participación comunitaria. La propia comunidad educativa actúa como propulsora y abanderada de este cambio que está transformando sus vidas.

Durante el último año Honduras ha sido duramente golpeada por la COVID-19 y los huracanes Eta e Iota. Antes, durante y después, en Ayuda en Acción #SomosAyuda.

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