Derechos de la infancia: derecho a la salud en El Salvador

21-10-2021 Lectura 3 Minutos
Enma Josefina Ramírez
Ayuda en Acción El Salvador

Con la llegada de la pandemia de la COVID-19, los centros escolares en El Salvador, al igual que en la mayoría de países del mundo, fueron cerrados. También como en muchos otros países, el derecho a la salud se antepuso al derecho a la educación. Miles de niños, niñas y adolescentes que quedaron encerrados en casa, sin poder relacionarse con sus compañeros y compañeras de escuela y sin recibir la educación necesaria para seguir creciendo.

La vuelta a las aulas exigía un sobreesfuerzo para garantizar el derecho a la salud

Más de un año después, el retorno a clases tanto en modalidad virtual como presencial era una realidad. Sin embargo, el riesgo de contagio seguía siendo elevado en El Salvador.

Los centros escolares volvieron a abrirse en 2021 tomando medidas de protección y bioseguridad para quienes decidieran regresar, esta vez, con jornadas eventuales. Desde Ayuda en Acción y la Gerencia por el Derecho Humano a la Educación se apoyó el regreso a clases de forma segura respaldando el programa nacional del Ministerio de Educación “La Alegría de Regresar a la Escuela”.

Bioseguridad

Nuestro objetivo era dar continuidad académica a la niñez con la que trabajamos. Sabíamos que no era posible un regreso a las aulas sin en los centros educativos no existían medidas de seguridad para prevenir los contagios de coronavirus. Por eso dimos formación y materiales para facilitar un correcto lavado de manos y entregamos kits de bioseguridad con gel hidroalcohólico y mascarillas, entre otras.

Con apoyo de nuestros socios locales CORDES y FUNDESYRAM realizamos conjuntamente señalizaciones y materiales infográficos que recordaran la importancia del lavado de manos y otras medidas de seguridad. Era importante respetarlas tanto en el aula como sobre todo en los recreos, donde los niños y niñas ejercen su derecho al juego.

Salud mental

Pero sabíamos también que había algo que no podíamos dejar olvidado: la salud mental. Por eso iniciamos talleres de atención psicosocial entre niños y niñas de las comunidades donde trabajamos, con el objetivo de que tuvieran confianza en la vuelta al cole y pudieran expresar libremente sus miedos y preocupaciones.

En total, 3770 niños, niñas y adolescentes de 13 centros escolares de La Palma (Chalatenango), Tacuba (Ahuachapán), El Congo (Santa Ana), Zacatecoluca (La Paz), y La Unión (La Unión) recibieron nuestro apoyo.

¿Qué opinan los niños y niñas sobre sus derechos?

Para los niños y niñas la realidad del regreso a clases radica sobre todo en el anhelo de retomar aquellos espacios de risas, de juego, de convivencia con sus amigos y amigas, de ver a la “profe”… De una u otra manera saben que hoy por hoy, difícilmente volverán a la normalidad que antes conocían. Pero mientras tanto, es necesario poner en práctica una serie de medidas para que su derecho a la salud esté garantizado:

Wilson y Keyli, seguros con las medidas de bioseguridad

Para Keyli la vuelta a clases ha sido una buena experiencia. Pese a todo, se siente segura gracias a las medidas de bioseguridad puestas en marcha en el centro educativo con apoyo de Ayuda en Acción y sus socios locales.

Muchas cosas han cambiado desde mi último día de clase antes de la pandemia. Ahora tenemos que usar la mascarilla, tener las medidas de precaución como el alcohol gel y guardar distancia de seguridad entre unos y otros. El recreo es muy diferente también: salimos solo en grupos pequeños.

Wilson, como casi todo el mundo, está deseando que termine la pandemia. En su centro han hecho un gran esfuerzo para que el derecho a la salud esté garantizado. Pese al miedo inicial, hoy se siente feliz de ir a clases de forma presencial.

Cuando estábamos en la pandemia teníamos que trabajar en línea y era bien difícil para mí llevar al día las tareas.