Desde hace más de 40 años Ayuda en Acción trabaja al lado de mujeres, jóvenes y niñas para construir un futuro sostenible en el que la igualdad de género sea también una realidad. Sin duda, es uno de los grandes retos de este siglo y por ello tanto el ODS 5 (igualdad de género) y el ODS 13 (acción por el clima) son transversales para la organización: “no habrá futuro posible si no es sostenible y si no se reconoce la igualdad de derechos de todas las personas”.
Los datos para decir #MePlanto
ONU Mujeres pone de manifiesto que el impacto de las consecuencias adversas del cambio climático es mayor para las mujeres. La razón: las consecuencias más duras de cualquier crisis siempre afectan en mayor medida a las personas más vulnerables. Algunos de los datos más significativos en relación a mujer y sostenibilidad son:
- Solo el 13% de las mujeres son propietarias de las tierras que trabajan y los beneficios económicos que obtienen de su trabajo no repercute en una mejora de sus condiciones de vida
- Mujeres y jóvenes representan, en promedio, 43% de la fuerza de trabajo agrícola en países en desarrollo. Esto no se traduce en un beneficio económico que mejore sus condiciones de vida.
- Entre el 85 y el 90% de mujeres tiene a su cargo la producción de los alimentos del hogar. Mujeres y niñas son líderes capaces de impulsar cambios que se traduzcan en procesos de adaptación y mitigación frente al cambio climático.
- Si hablamos de desastres ocasionados por los efectos del cambio climático, mujeres y niñas también se llevan la peor parte.
Las historias de las mujeres que dicen #MePlanto
Pero pese a todas estas dificultades y desigualdades, las mujeres, niñas y jóvenes también son líderes capaces de impulsar cambios que se traduzcan en procesos de adaptación y mitigación frente al cambio climático. Es, sin duda, la participación de las mujeres en los espacios de toma de decisiones frente al cambio climático donde reside la clave para lograr un futuro sostenible e igualitario.
En Ayuda en Acción creemos que un futuro en igualdad y respetuoso con el medio ambiente es posible. Por eso, diseñamos todos nuestros proyectos incorporando la mirada de la sostenibilidad –económica, social y medioambiental– y el enfoque de género. Pero detrás de cada uno de esos proyectos hay miles de mujeres que rompen barreras de desigualdad y pobreza, que se enfrentan al machismo de la sociedad en la que viven y que superan sus propios miedos para ejercer sus derechos.
Hemos realizado un especial con historias de mujeres y jóvenes que cuentan cómo desde lo local construyen un futuro sostenible y en igualdad.
- Bolivia: Gueily es una mujer que nunca ha viajado a París, pero que ha conseguido que el cacao que produce con otras mujeres sea considerado uno de los 50 mejores del mundo. Lee su historia aquí.
- Colombia: si hablamos de alimentación sostenible, una de nuestras protagonistas en Colombia se llama Silvia. Es una docente de la institución educativa San Jacinto en el municipio de Guachené (Cauca), que trabaja por la sostenibilidad del planeta desde su propio colegio, pero también fuera de él. Su historia puedes leerla aquí.
- Costa Rica: Maureen Vargas es una mujer costarricense de 36 años que pensaba que había dejado atrás cualquier sueño de su infancia. Pero no. A partir de la inundación del pueblo donde vive -en la zona norte de Costa Rica- pudo reencontrarse con uno de esos sueños. Hoy trabaja para cumplirlo mientras participa activamente para preparar a su comunidad ante emergencias derivadas del cambio climático y de la acción humana. Su historia completa, aquí.
- El Salvador: Ermelinda García vive en el cantón el Jícaro ubicado en el municipio de Tacuba (El Salvador). Ella, como muchas mujeres de la zona, dedicaba la mayor parte del tiempo a las tareas de cuidado y agrícolas de subsistencia. Pero desde que comenzó a involucrarse en actividades de formación sobre derechos de las mujeres y a conocer nuevas formas de producir sus alimentos su vida cambió. Su historia, aquí.
- España: Marina es una de las activistas por el clima que han participado en nuestro proyecto #Just1Planet. Estuvo en la última COP de Glasgow y tiene mucho que contar. Lee su entrevista aquí.
- Etiopía: Débora Jemal, de 20 años, ha desafiado a esta tradición de migrar. Como su padre murió hace unos años, se esperaba que Débora, la hija mayor de una familia con cuatro hermanos, migrara para ser el sustento familiar. Pero ella se plantó ante su destino y se negó a aceptarlo. Quiso quedarse en su comunidad y poner en marcha un proyecto de agricultura sostenible e inteligente desde el punto de vista climático. Aquí puedes leer más sobre ella.
- Guatemala: Belin es una joven de 19 años residente de la comunidad Loma de Paja, Shalaguá, Chiquimula. A pesar de su corta edad, desde muy pequeña se vio en la necesidad de trabajar en las cosechas de su comunidad. Allí aprendió el arte de cortar café, lo que le sirvió para involucrarse en la actividad económica para el sustento familiar. Pero, sobre todo, para ser parte activa de la economía local. Su historia la puedes leer aquí.
- Honduras: Desde muy pequeña, Diana Díaz sabía muy bien lo que quería. Es, y siempre lo fue, una ambientalista apasionada. Y hoy es una guardiana del Parque Panacon de Honduras gracias a una de las acciones que Ayuda en Acción ha puesto en marcha en la región. Esta es su historia.
- México: Zaira es una joven que expresa con determinación y alegría lo que ha logrado a través de un proyecto de producción de maíz pozolero que apoya Ayuda en Acción. Su mirada invita a pensar que tiene más planes a futuro. Lee su historia aquí.
- Mozambique: Ulima urera significa en el idioma de la etnia macua, de Mozambique, “cultivar es bueno”. Así se llama la asociación creada en Muália, en Cabo Delgado, por 24 mujeres de entre 20 y 60 años que juntas están consiguiendo potenciar su relación con la tierra. Esta es su historia.
- Nicaragua: Karina Inestroza vive en la comunidad El Mamel (Totogalpa). En este post nos cuenta que las mujeres no suelen tener, en su zona, un trabajo independiente. Pero Karina y otras mujeres como ella no se han quedado paradas ante esta problemática.
- Perú: Digna Chapilliquen y otras 20 mujeres sechuranas vieron en sus manos la oportunidad de generar un ingreso más para sus familias. Es así que, desde hace siete años formalizaron su emprendimiento dedicado a la elaboración de trabajos en artesanía marina. Su historia, aquí.