Según cifras de ACNUR, millones de personas han pasado por las diferentes fronteras de Ucrania para escapar del conflicto. La mayoría son mujeres. Hoy nos fijamos en cómo los conflictos afectan a sus vidas y su futuro.
Violencia de género
Los conflictos pueden aumentar el riesgo de violencia de género. A lo largo de la historia, son conocidos los conflictos en los que las mujeres son utilizadas como armas de guerra. Pero también son infinitos los casos de violaciones o violencia sexual tanto en el marco de la pareja como fuera de ella.
Un estudio de UNFPA en 2019 revelaba que el riesgo para mujeres y niñas desplazadas internas de sufrir violencia de género era tres veces mayor que para las no desplazadas. En las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, según Amnistía Internacional, en 2018 se producto un aumento de la violencia de género del 76% y 158% respectivamente, comparándolo con los tres años anteriores.
En el conflicto de Ucrania, como en anteriores, la comunidad internacional está gravemente preocupada por la gestión de posibles casos de violaciones y violencia contra las mujeres. En Ucrania las tres cuartas partes de las mujeres del país han sufrido algún tipo de violencia desde los quince años. Una de cada tres mujeres de Ucrania han sufrido violencia física o sexual.
En Ucrania en los últimos años se habían producido avances legislativos en cuanto a protección de mujeres víctimas de violencia de género. Sin embargo, aún no había ratificado el Convenio de Estambul y el sistema policial no estaba preparado para registrar las denuncias, según ONG que trabajan en terreno. La impunidad en los casos de violencia de género era generalizada, más aún en una situación de conflicto.
Atención sanitaria
En el conflicto en Ucrania se dará prioridad a garantizar el acceso a servicios mínimos de salud sexual y reproductiva para mujeres en el conflicto. Planificación familiar, atención a enfermedades de transmisión sexual (incluido VIH/Sida), asistencia en embarazos, partos y atención neonatal, además de asistencia a mujeres víctimas de violencia de género serán prioritarias.
En los próximos tres meses unas 80 000 mujeres llegarán al final de su embarazo en Ucrania y tendrán que afrontar un parto sin acceso a servicios básicos, poniendo en riesgo su salud y la de sus bebés.
Normalmente en situaciones como la que se vive en Ucrania se habilitan clínicas móviles que puedan recorrer diferentes puntos sin necesidad de que las mujeres deban trasladarse a otros puntos, poniendo así en riesgo su seguridad.
Trata de personas
Cuando existen situaciones de vulnerabilidad extrema, y una guerra lo es, el riesgo de trata y tráfico de personas se multiplica. Los niños y sobre todo las niñas y las mujeres corren mayor riesgo de ser víctimas de trata. La trata con fines de explotación sexual sobresale de entre las múltiples formas que surgen en medio de un conflicto. Miles de niñas y mujeres en Ucrania se exponen hoy a un mayor riesgo de ser prostituidas de forma forzosa dentro y fuera de sus fronteras.
Tarea de cuidados: en manos de mujeres
El gobierno de Ucrania ha decretado que ningún hombre de entre 18 y 60 años puede salir del país por si es necesario que se sumen al ejército. Por eso, en las imágenes que vemos en los medios vemos a mujeres solas con sus hijos e hijas pasando la frontera y en el mejor de los casos siendo recogidas por familiares que ya vivían fuera del país.
La mayoría de las personas desplazadas y refugiadas en este conflicto, por tanto, serán mujeres, niñas y niños. El hecho de que sean las mujeres quienes se ocupen de las familias puede generar relaciones de desigualdad y dependencia en el futuro. La imposibilidad de buscar trabajo por tener que encargarse de la familia en solitario también lastrará, en la mayoría de los casos, las oportunidades laborales. Si ya es difícil encontrar un empleo para una persona en situación de refugio, imagina cómo lo será para una mujer, que en todos los casos tienen mucho más difícil la entrada al mercado laboral.
Con las organizaciones socias de Alliance 2015 con las que trabajamos en este conflicto seguiremos trabajando para dar apoyo a las mujeres que están huyendo del conflicto o a aquellas que permanecen en el país. La creación de espacios seguros es clave para darles la respuesta que necesitan en una situación de emergencia como la que viven.