Lo primero, el interés superior del menor
Tras quince días de conflicto ya son tres millones las personas que han huido de Ucrania. La mitad son menores: niñas y niños ucranianos que migran solos o en la mayoría de los casos con sus madres, tías o abuelos (los hombres entre 18 y 60 años tienen obligación de permanecer en el país). Siguiendo las normas del derecho internacional, los países de acogida de personas refugiadas deben ofrecer espacios seguros y de protección para la infancia y las familias.
Como en todos los conflictos, la infancia es la más perjudicada. Las imágenes de estos últimos días de niños y niñas huyendo de de la guerra han despertado el interés de miles de familias por acoger niños de Ucrania. Pero antes, es importante conocer cuáles son los pasos de un proceso de refugio y acogida.
El primer trámite obligatorio al llegar a España es comprobar la identidad y llevar un registro de todas las personas que entran. Muchos menores llegan solos pero la mayoría lo hacen con una persona que ejerce como tutora.
Para los menores no acompañados únicamente se puede tramitar la acogida familiar si se demuestra que están en situación de desamparo. En el caso de quienes llegan acompañados no es aconsejable la separación para evitar nuevos traumas que se sumarían a los ya vividos por el conflicto y la huida.
Cómo gestionar el trámite de acogida
En España la competencia en temas de acogida de niños de Ucrania la tienen las comunidades autónomas en coordinación con la administración central del Estado. Así que son las consejerías correspondientes las encargadas de gestionar las solicitudes con el apoyo, en algunos casos, de organizaciones acreditadas. El trámite para acoger a niños de Ucrania es complejo y lento, ya que se debe acreditar la idoneidad con requisitos como los siguientes:
- Poseer medios de vida suficientes que le permitan adquirir el compromiso de hacerse cargo económicamente de todos los gastos derivados de la acogida durante el tiempo que esta dure.
- Informes médicos que avalen buena salud y certifiquen la ausencia de adicciones.
- Ausencia de antecedentes penales y sexuales.
- Ambiente favorable para la integración del menor y respeto por su historia.
- Flexibilidad de adaptación a situaciones nuevas que requiera la acogida del menor.
La acogida, habitualmente, compromete a la familia por un periodo de tiempo determinado. Pero el conflicto en Ucrania y la posterior reconstrucción del país, imprescindible para garantizar la seguridad, hacen imposible determinar el tiempo de acogida.
Menores no acompañados, un objetivo para las mafias
Según datos de ACNUR, al menos un millón y medio de menores han salido de Ucrania, pero todavía quedan más de seis millones y medio dentro del país. Muchos cruzarán sin compañía las fronteras hasta sentirse a salvo. La identificación y protección de los y las menores en los países de tránsito es fundamental para poder reunificarles con sus familias y para que no caigan en redes de mafias de tráfico de personas.
Muchos de los menores que no van acompañados viajan sin documentación o con papeles de dudosa identificación. Polonia, Hungría y Eslovaquia, países fronterizos con Ucrania pertenecen al espacio Schengen, lo que permite atravesarlos y llegar a España sin pasar ningún control fronterizo. Sin embargo, esto no exime de tener la documentación en regla. Así lo recuerdan desde el Ministerio de Asuntos Exteriores: “ningún niño o niña puede ser acogido sin un documento jurídico que así lo acredite con el objetivo de evitar el tráfico de menores". En los casos de acogida -precisa- se debe velar por la protección de los menores, el cumplimiento de las normas jurídicas de su país de origen y del lugar donde se encuentren” y disponer de “un documento jurídico que permita una acogida temporal”.
Seguir estas indicaciones evita que la buena fe de las familias les convierta en cómplices de un delito si quieren acoger niños de Ucrania.
La infancia, nuestra prioridad desde hace más de 40 años
Ayuda en Acción lleva más de 40 años trabajando junto a la infancia más vulnerable y sus familias. En esta tragedia también lo hacemos enviando fondos para dar apoyo a quienes huyen de sus hogares. Su protección y la garantía del ejercicio de sus derechos es nuestra prioridad, y se acentúa en caso de emergencia o crisis. El conflicto de Ucrania supone una amenaza grave y directa a su vida. El cuidado de quienes han huido y la ayuda quienes siguen sufriendo el asedio del ejército ruso nos ha llevado a apelar a la comunidad internacional para evitar una tragedia humanitaria. Permitir un alto el fuego y el respeto de los corredores humanitarios es fundamental para garantizar la protección de quienes se encuentran atrapados en el país y de manera especial de los más vulnerables: los niños y niñas.